miércoles, 11 de noviembre de 2009
Reencuentro con Mariana Perel
miércoles, 14 de octubre de 2009
A la tarde con Fabian Couto en el Splendid
lunes, 21 de septiembre de 2009
Gustavo Santiago : Filosofía e Intensidad
jueves, 27 de agosto de 2009
Florencia Arbiser Historias Con Vida Amia 15 años
sábado, 22 de agosto de 2009
Charla con Gustavo Escanlar en el Splendid
viernes, 31 de julio de 2009
La Alemana. Entrevista a Gustavo Escanlar

lunes, 4 de mayo de 2009
Historia de un cambio

Cuando empezamos a pensar en cómo evolucionar Tematika, tratamos de definir primero qué problema queríamos resolver y qué problema quieren resolver en general las librerias online.
Y la conclusión a la que llegamos fue la siguiente: el problema a resolver es la variedad del surtido y la solución, encontrar una forma de que el usuario recorra ese surtido sin que esa variedad lo supere o lo abrume. Con mas de 1500 productos nuevos por mes, y casi 100.000 productos disponibles, la tarea no era sencilla.
Por otro lado, queríamos que en la exhibición de ese surtido pudieran participar e incidir los usuarios activos a través de comentarios, listas y tags.

Sin duda necesitábamos ayuda y elegimos trabajar por el lado de la usabilidad con un experto : Eduardo Mercovich, creador de Inspiro.
martes, 28 de abril de 2009
Nueva versión y diseño de Tematika.com
lunes, 13 de abril de 2009
Entrevista a Gonzalo Berro

Al poco tiempo, volvimos a encontrarnos para hablar de otro proyecto, esta vez sí vinculado con su profesión de Diseñador, en el que Gonzalo venía trabajando hacía mucho tiempo.

Cuando me envió los originales de Partículas de Diseño, antes de que lo publicara, me quedé leyéndolos durante el fin de semana, y descubrí la historia de un gran emprendedor, que se inventó tomando como punto de partida sus enormes ganas de aprender y creó un Estudio de Clase Mundial.
A continuación, una conversación en la que podrán conocerlo y entender por qué Partículas de Diseño es el comienzo de una nueva etapa de su vida.
Por Darío Wainer (para Tematika.com)
DW: Mike Davidson, el CEO de Newsvine, diferenciaba arte (provocar una emoción) y diseño (provocar una reacción). ¿Podrías explicar que tipo de reacciones provoca el diseño en el receptor, cómo se trabaja para lograrlas, y cómo se convive con la incertidumbre durante este proceso?
GB: El diseño es esencial al momento de la compra. A mi entender, está antes que el producto mismo. Un ejemplo claro es Nike. Como compañía Nike no tiene fábricas, produce donde le es más conveniente. Lo que Nike tiene es DISEÑO. La Marca, las submarcas, el diseño de los calzados o de la línea de indumentaria, cada temporada Nike logra una nueva reacción en el consumidor que lo lleva a elegirla por sobre la competencia. Lo mismo sucede con Apple.
Apple continuamente tangibiliza ideas, que para mi es el diseño mismo. Apple no solo provee novedades diseño gráfico o diseño estructural (nuevos productos) sino que además busca mejorar la experiencia del consumidor (Ipod, Iphone, MacBook Air, etc.).
Primera conclusión: el diseño, bien pensado/hecho, necesariamente debe generar una reacción. Para lograr esas reacciones hay que entender qué necesita/espera el consumidor de cada producto, no que le queremos vender. Una vez que se encuentra un nicho donde una marca puede ofrecer algo diferente, innovador, hay que desarrollar ideas que logren seducir y que provoquen esa reacción en el consumidor para que elija o mejor aún, prefiera a esa marca/producto.
Segunda conclusión: innovar y diferenciarse son hoy claves para que un diseño sea exitoso en el mercado.
Finalmente, yo entiendo que el diseño es un proceso y no un suceso. El diseño debe estar sustentado por un plan estratégico que marque un claro posicionamiento ("qué lugar quiero ocupar en la mente del consumidor").
Tercera conclusión: si se puede visualizar un proyecto de diseño como un proceso, la incertidumbre que habitualmente existe es menor o al menos controlada.

DW: Muy joven, a los 19 años, decidiste mirar al mundo y escribir una carta a diez diseñadores proponiéndoles vincularte con ellos profesionalmente desde la Argentina. A los cuarenta días empezaste a recibir feedback y 8 de los diez te contestaron. Más allá de que uno de ellos fue Ken Cato, quien se convertiría en tu mentor, ¿Qué crees que había en esa carta, y que crees que permanece en vos de todo eso, más allá del tiempo transcurrido, la experiencia, y la necesaria madurez?
GB: Yo creo que algo que todos debemos tener en claro es que el "NO" es una imposición que nos ponemos cada uno de nosotros. No viene de afuera, lo tenemos adentro. Hace 20 años, con el país inmerso en una hiperinflación, sin internet, sin emails o sin siquiera un fax, todas las variables me marcaban que mandar una carta sería una pérdida de tiempo. O sea que el NO ya estaba frente a mí. A pesar de ello yo tenía mucha GANAS de no quedarme quieto, quería crecer, quería aprender, quería conocer más allá de mi país. Yo creo que mi carta mostraba algo claro: mis GANAS. Hoy, cuando tomo a alguien en mi estudio lo que pido, más allá de su larga o corta experiencia, más allá de sus habilidades o talentos, es que tengas GANAS. Cuando uno es inquieto, cuando uno es poco conformista y quiere crecer, yo estoy convencido que se puede llegar.Hoy, dos décadas después de aquella carta lo que sigo teniendo intactas son las GANAS. Ganas de seguir creciendo, de seguir aprendiendo y de seguir conociendo cosas nuevas.

DW: ¿Como ves el futuro del diseño en cuanto a tendencias, y tu propio futuro dentro de el, mas allá, claro esta, de las dificultades de predecirlo, como bien aclaras en Partículas?
GB: El diseño es esencial. Y hoy, cada vez más, es necesario tener buen diseño para poder diferenciarse de la competencia y lograr una conexión con el consumidor. Por otro lado, y comparándolo con la publicidad o las promociones del productos, el diseño, económicamente hablando, es accesible. Además con crisis o sin ella, las marcas deben instalarse en el punto de venta y con un buen diseño es más seguro que logren el éxito deseado.En resumen, el futuro no se puede predecir lo que si queda claro es que el Diseño definitivamente va a ocupar un rol fundamental.
martes, 17 de marzo de 2009
Entrevista con Paolo Virno
Casi 6 años después vuelvo a leerla, a la luz de la crisis, y pienso que el resultado es una conversación instructiva e inactual sobre el capitalismo hiperhistorico en el que vivimos.
Lo que nos hace históricos -dice Virno- es la discrepancia entre potencia y acto, pero en el capitalismo esa discrepancia toma una configuración particular, que es la venta de la fuerza de trabajo.

" La discrepancia entre potencia y acto es el motor del capitalismo. Marx no se cansa de repetir que el capitalista adquiere sobre el mercado la simple, indeterminada, potencia de producir (la fuerza-trabajo), no el trabajo realmente desarrollado en su momento. He aquí, según él, el origen del provecho. "
Por Darío Wainer (para Tematika.com)
Agradecimiento especial a Area Paidos.
Traducción de Yolanda Daffunchio
DW- Luego de leer el primer capítulo, se accede a la reformulación de un debate. Usted no acepta un supuesto "Fin de la Historia", y considera necesario focalizarse en la superestrucutura y no encandilarse por las luces de la infraestructura.
Para usted, no se trata de contemplar un "Fin de la Historia" sino de comprender el debilitamiento de la experiencia "histórica".
Su propósito es alcanzar la posibilidad de una existencia plenamente histórica, encarnándose en un ethos. ¿Qué significa esta existencia histórica plena y, sobre todo, qué juegos establece con la Necesidad de Hegel y la afirmación del azar en Nietzsche?

PV- A mí me parece que la idea de un "Fin de la Historia" es el síntoma con el cual, por paradójico que pueda parecer, se manifiesta exactamente lo contrario: una intensificación inaudita de la historia. Vale decir: cuando hay demasiada historia, precisamente entonces quedamos paralizados, atónitos, convencidos de que ya queda muy poco por hacer. Trato de explicar en qué consiste, según mi parecer, esta intensificación sin precedentes de la historia, cuyo reflejo invertido es la impresión de su "fin".Cuando hablamos de "experiencias históricas", recordamos inmediatamente la guerra en Irak, la new economy, las luchas de los piqueteros, etc. En suma, nos entendemos sin problemas. Si, en cambio, hablamos de "historicidad de la experiencia", la cuestión parece un poco más abstracta. Pero injustamente. Con esta expresión nos referimos a aquellas condiciones muy generales antropológicas, si se quiere que hacen posible algo como la historia. Las resumo así: el tiempo histórico tiene su origen en el hecho de que somos animales potenciales. Si no tuviésemos una relación contínua con aquello que es sólo posible, y por lo tanto no presente, no habría en lo absoluto pasado y futuro. Solamente el animal potencial es histórico. La historicidad de la experiencia, por lo general, queda sobre el trasfondo, como un horizonte no vistoso o un presupuesto invisible: en primer plano hay solamente experiencias históricas individuales. Por lo general, pero ya no hoy en día. En el capitalismo globalizado, ese conjunto de condiciones antropológicas en las que se origina el tiempo histórico gana la máxima visibilidad. La potencialidad del Homo sapiens se torna nada menos que la materia prima de los procesos productivos. La praxis humana se aplica del modo más directo a los requisitos que hacen que la praxis sea humana: no sólo tenemos que vérnoslas con numerosos y dramáticos sucesos históricos, sino también con todo aquello que hace posible que nuestra vida sea histórica. Con una fórmula impactante, se podría decir que nuestra situación es hiperhistórica. Y, repito, precisamente cuando uno tiene que vérselas empíricamente, en la vida cotidiana con las condiciones de posibilidad de la historia, puede parecer que no habrá nada nuevo. De aquí la idea de un "fin". Una existencia plenamente histórica (o, si se prefiere, hiperhistórica) no tiene relación con la Necesidad de Hegel, ni con el Azar de Nietzsche. Que la potencialidad congénita del animal humano se manifieste sin velos sobre el plano económico-social, es una prueba concreta irreversible; pero que tal potencialidad, al revelarse, se vea obligada a vestir los hábitos de la mercancía fuerza-trabajo, no es por cierto un destino sin salida. Se trata, por el contrario, de un resultado provisorio, contra el cual vale la pena luchar. Qué forma toman, o tomarán, las prerrogativas de fondo de nuestra especie (entre las que resalta la historicidad de la experiencia) es una cuestión política: no un destino inapelable ni un partido de dados.

DW- Hay una frase de Sartre que me gustaría usted pudiese comentar en el marco de su debate con Heidegger, y Kojève, repsecto de si la Historia "hunde sus raíces en la muerte" o si "porque hay Historia, hay Muerte.: "
La frase es esta, la encontré en unas notas hace poco.
"Toda experiencia vivida es un fracaso, por la sencilla razón de que la historia continúa".
PV- Leería así la frase, muy bonita, de Sartre: cada una de nuestras experiencias está insaturada, inconclusa, tiene en sí una laguna incolmable. Y está insaturada precisamente porque, junto con los actos bien definidos que la caracterizan, hay en la misma un aspecto potencial que, en cambio, no conoce realización. En cada momento histórico hay una trama entre potencia y acto, "no-ya" y "ahora", facultad del lenguaje y palabra efectivamente dicha, capacidad de gozar y placer individual gozado. El "no-ya" relativo, incrustado en cada momento histórico, hace posible una relación con aquel no-ahora absoluto que es la muerte. Sólo porque somos históricos, somos mortales en sentido fuerte, o sea, nos confrontamos continuamente con nuestra finitud. Por el contrario de lo que piensa Heidegger, para el cual, como usted recordaba, somos históricos porque somos mortales.
DW- En el último capítulo del libro, usted explica que en el capitalismo, la condición de posibilidad de la historia, es decir, la discrepancia entre potencia y acto, se convierte en un fenómeno entre los fenómenos, revelación sin Mesías. La Historicidad, dice usted, se deja experimentar históricamente. Pero si la Metahistoria, que antes era una vía de fuga, "el como si", ahora es parte de la Historia, y el fin YA ha sucedido, ¿cómo se entiende que debamos convivir con el éxito de este Apocalipsis contemporáneo?
PV- La discrepancia entre potencia y acto es el motor del capitalismo. Marx no se cansa de repetir que el capitalista adquiere sobre el mercado la simple, indeterminada, potencia de producir (la fuerza-trabajo), no el trabajo realmente desarrollado en su momento. He aquí, según él, el origen del provecho. Ahora, como decía respondiendo a la primera pregunta, a mí me parece que de tal manera se muestra sobre el plano histórico (el capitalismo no ha existido siempre ni existirá siempre) la condición de la cual depende en general la historicidad del ser humano. Se podría decir: en el capitalismo, lo que nos torna históricos (diferencia entre potencia y acto) toma el aspecto de un hecho histórico peculiar (compra-venta de la fuerza-trabajo). Por ello hablo de una "revelación" empírica, pragmática, de algunos aspectos perennes de la naturaleza humana. Pero esta revelación no tiene, de por sí, nada de liberador, nada de "mesiánico". Lo que se revela es la naturaleza humana como tal y, con la misma, la estructura del tiempo histórico- es sólo la puesta en juego del conflicto social y político.
DW- Pensar la historicidad requiere diseñar un concepto de tiempo y usted lo hace con la díada potencia-acto: ¿pero la temporalidad es el plano donde se instalan la potencia y el acto?, ¿o potencia y acto son el plano donde se instala la temporalidad? Usted afirma que no se puede decidir entre el aspecto temporalizado y el temporalizante de la díada y que se debe enfocar el pasaje de un modo al otro. De la misma manera, siendo los requisitos del momento histórico la bidireccionalidad y la incompletud, no puede privilegiarse uno por sobre el otro. ¿Podría explicarse esta lógica de su pensamiento como dialéctica, paradoja, complejidad, o todo al mismo tiempo?
PV- Pregunta aguda y, en muchos aspectos, decisiva. He aquí aquello que llamaría un círculo virtuoso. Potencia y acto son conceptos temporales ya que ambos términos significan, respectivamente, "no-ya" (lo que es potencial no es presente) y "ya". Pero, por otra parte, para entender algo del tiempo, hay que recurrir a la dupla potencia/acto. Un aspecto remite al otro, y éste a aquél. No hablaría de dialéctica, ya que esta circularidad no da lugar a una síntesis resolutiva. Se trata más bien de una paradoja inevitable e instructiva. Algo que cae en el tiempo, la relación entre potencia y acto, permite sin embargo entender la trama del tiempo en general. Es más, complica y enriquece su concepto. Platón decía que el tiempo es la imagen móvil de la eternidad. Un materialista tendría que decir, según mi parecer, que la dupla potencia/acto es la imagen empírica del tiempo: la única imagen mediante la cual podemos comprender la naturaleza de este último o, en síntesis, saber "cómo está hecho".
miércoles, 7 de enero de 2009
Entrevista con Pola Oloixarac




